«Durante mucho tiempo no tuve estabilidad laboral. A pesar de que trataba de estar mejor, no lo lograba, pues no tenía visión y trabajaba solo porque tenía que hacerlo. Además, tomaba encerrado en mi casa y siempre tenía ansiedad de fumar, incluso llegué a pedir cigarros en la calle. El alcohol y el cigarro solo me daban una falsa tranquilidad, pero después me pasaron la factura. Empecé a tener problemas en mi salud, no podía respirar bien, tanto que sentía dolor en todo el cuerpo.
Una conocida me invitó a la Universal, al principio no quise, pero después me nació el deseo de asistir. Desde el primer día alguien me orientó y me di cuenta de que para resolver mis problemas necesitaba la ayuda de Dios; ya había intentado hacerlo solo y no lo había conseguido. Poco a poco fui aprendiendo Su Palabra y mi interior fue cambiando, pues entendí que tenía que hacer mi parte para que Él pudiera actuar en mi vida; usando mi fe, dejé los vicios y pude volver a respirar bien.
Además, Dios me bendijo económicamente, primero me abrió las puertas en un trabajo en el que conquisté mi casa; después abrió mi visión y me dio las condiciones para poner mi propio negocio con dos escuelas de inglés y me compré un carro. Pero eso no es todo, pues estoy felizmente casado y con una hija. No obstante, lo más importante fue haber recibido el Espíritu Santo, Él me da dirección en todo lo que tengo que hacer y restauró todas las áreas de mi vida. Él no hace cambios a medias, nos da una vida completa.» -Salvador González
Alianza con Dios
Si deseas darle un nuevo sentido a su carrera, la mejor opción es hacer una alianza con Dios. Para ello, le invitamos a participar cada lunes en la reunión de Prosperidad con Dios, que se lleva a cabo en todas las Iglesias Universal del país (consulta los horarios).
No se pierdas estos encuentros, pues cada lunes se estará revelando un secreto que, puesto en práctica con fe, puede abrirte el camino hacia el éxito.