“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto — dice el Señor de los ejércitos”. Malaquías 3: 10
Dios ha prometido a los fieles que abrirá las ventanas de los cielos para que sobre ellos sean derramadas bendiciones abundantes, Él es el más interesado de que la persona tenga una vida digna, y que nada le falte. Eso es lo mismo que Dios anhela hacer en la vida de aquellos que creen en Su promesa
En mi hogar habían muchas necesidades, aunque mi esposo se esforzaba por conseguir el sustento diario, eso no alcanzaba, al no tener que darle de comer a mis hijos, me sentía frustrada y desesperada, por eso tenía que pedir ado en la tienda, esta deuda crecía cada quincena, en una ocasión al no poder cancelar el valor que debía, ya no quisieron arme más.
A pesar de ser estilista, no conseguía ejercer mi ocio ya que rara vez me llamaban para trabajar.
Un día que ya no tenía nada que darles de comer a mis hijos decidí asistir a la Iglesia Universal, allí aprendí a usar la fe, comprendí que para tener una vida próspera debía ser fiel a Dios a través de las Primicias.
Hoy tengo una vida exitosa, ejerzo mi profesión y tengo mi propio negocio.
Mi fidelidad a Dios es lo que me ha dado fuerzas para continuar ya que Dios me ha sustentado en todo.
•• Maria Alvarez