Uno de los comportamientos más modernos hoy en día es ser desorganizada, no tener tiempo para casi nada y gastar el poco tiempo que tiene haciendo menos de lo que debería.
Muchas se acostumbran a la idea de que no hay problema en perder el control del tiempo sin conseguir completar la lista de quehaceres.
Lo interesante es que siempre separa un tiempo para conversar con las amigas durante horas y llega al final del día, preguntándose por qué nunca consigue terminar lo que comienza. Otras gastan su tiempo distrayéndose con cualquier cosa.
Si usted tiene un objetivo, por ejemplo, tener la merienda lista a una determinada hora, la comienza a preparar, pero de repente siente ganas de saber si alguien posteó algo nuevo en las redes sociales y se dice así misma: “solo voy a chequear por uno o dos minutos”, es en ese momento que estará retrasando su merienda, porque hizo algo que no estaba en su lista de quehaceres diarios.
Ser desorganizada con el tiempo puede ser muy desconcertante para usted y para otras personas a su alrededor. Pasando una impresión de inmadurez e irresponsabilidad, como si hubiese una placa en su frente, diciendo:
“NO CONFÍE EN MÍ, PROBABLEMENTE NO CONSEGUIRÉ TERMINAR A TIEMPO. TAL VEZ, NI LLEGUE A REALIZAR TAL COSA”.
Eso puede ser bastante desagradable, entonces anote este consejo: Esfuércese para ser organizada, especialmente para su propio beneficio.
Usted puede hacer mucho más de lo que hace y, consecuentemente, ir más allá de donde ya llegó. Organizarse es decidir enfocarse en lo que necesita ser hecho y desviarse de las distracciones que la desconcentran muy fácilmente. Es despertarse más temprano, ser más práctica y disciplinada. Es no dejar para mañana lo que puede ser hecho hoy y nunca jamás olvidarse que usted también necesita tiempo para recomponerse.