Las drogas me llevaron a mendigar en las calles durante tres años. Esa situación me llevó a perder todo lo que tenía, incluso mi dignidad. Hasta que llegué a la Iglesia Universal y busqué a Dios; en poco tiempo dejé de beber, de usar drogas y recibí el Espíritu Santo. Fui completamente transformado. Desde que hice una alianza con Dios y puse en práctica la fe sobrenatural, tengo paz, una familia bendecida. En la reunión de la Prosperidad con Dios, mi perspectiva en cuanto al área económica cambió, Dios me dio ideas y las puse en práctica, así conquisté mi empresa, casas, carros, una vida próspera y realizada.
EDVALDO S