Nos encanta agradar a Dios en todo lo que hacemos, pero cuando se trata de perdonar, ¡mmm lo pensamos!, seamos sinceras no nos gusta dar la otra mejilla, pero realmente hay que hacerlo, más que un mandamiento de parte de Dios, debemos hacerlo porque tenemos que aprender a liberarnos de todo dolor que nos hayan causado.
Este domingo 19 abril realizamos la segunda sesión de curso de cura interior en la que se incentivo a todas las participantes a perdonar para ser perdonadas, ya que el odio y el rencor a quien verdaderamente lastima es a quien lo carga dentro de sí, por eso hay que liberarse de todo peso.
Las participantes aprendieron que perdonar es un don, pero la confianza se conquista día a día, perdonar no es tolerar un comportamiento errado, perdonar no significa traer de vuelta a su vida aquello que le lastima, perdonar es una decisión de nuestra mente no un sentimiento.
En esta sesión aprendieron a sacar de su vida todo aquello que les representa dolor y les hace volver al pasado.