Una pesadilla es un sueño desagradable de contenido terrorífico que origina fuertes sentimientos de miedo, terror, angustia o ansiedad. Ocurren generalmente durante el sueño REM, en la segunda mitad de la noche, tenderán a ser más frecuentes en las últimas horas del período de descanso (de 4:00 a.m. a 7:00 a.m.). Al despertarse el individuo tendrá la capacidad de recordar lo que ha soñado.
¿Por qué aparecen las pesadillas? Los sueños desagradables son más frecuentes cuando la persona está angustiada o preocupada por algo. A menudo, tendrán un tema similar al de las preocupaciones o miedos de la persona. Las causas son psicológicas, aunque existen algunos factores de tipo orgánico, que pueden hacer que en un momento aislado ocurran. Por ejemplo, la fiebre produce un aumento del sueño muy profundo y elimina el sueño paradójico. Después de haber tenido fiebre se producirá una recuperación del sueño paradójico que se perdió, pudiendo ocasionar la aparición de pesadillas.
¿Qué consecuencias tienen las pesadillas? Insomnio. Si el niño se despierta de noche porque ha tenido una pesadilla puede resultarle difícil volver a dormirse, lo que altera su descanso nocturno. Somnolencia diurna. Las consecuencias de dormir mal por la noche es la somnolencia por el día. La persona se puede encontrar por el día cansada, con falta de concentración… pudiéndole afectar al rendimiento de la actividad diaria. En los niños en el ámbito escolar. En los adultos en el ámbito laboral. Alteraciones del sueño de toda la familia.
MI VIDA ESTABA COMPLETAMENTE DESTRUIDA, no tenía una salida
Era una persona muy triste, aunque conocía a Dios, ya que frecuentaba una denominación religiosa, me encontraba apartada.
Aunque estaba rodeada por mucha gente como familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajos, en mi había un inmenso vacío que me hacía sentirme sola a pesar de todo.
A causa de mis traumas pensaba que jamás podría ser feliz, por las noches cuando intentaba dormir, me levantaba asustada por las pesadillas que tenía, eso me dejaba muy intranquila y sin volver a poder conciliar el sueño.
Sentimentalmente estaba devastada, sentía que nadie me quería y que no era lo suficientemente buena para mantener una relación.
Un día recibí una invitación para participar de las reuniones de liberación, fui aprendiendo a hacer uso de mi fe. Conseguí superar todos los problemas que tenía, vencí el miedo y la tristeza.
Hoy soy una persona feliz y realizada, tengo buena relación con mi familia. En mi interior hay paz, alegría y mucha comprensión, Gracias a Dios todo cambió.
Participe este Viernes en la Liberación Espiritual, a las 7H, 10H, 15 y especialmente 19H, la cual ocurre en la Av. de Las Américas 305 al Norte de Guayaquil.