Caminamos hacia el final del primer trimestre del 2022 y, en el transcurso de este período, podemos dividir la mayoría de las personas en dos grupos: las que no establecieron ninguna meta para este año y siguen en lo mismo (o hasta peor) y aquellas que incluso hicieron una lista, pero ya desistieron de ella o no tienen idea de como realizar ninguno de los deseos que anotaron allí.
Si usted hace parte de uno de esos dos grupos, esté alerta. Tener metas y querer realizarlas puede parecer trivial cuando sabemos que la vida en este mundo es pasajera, pero, en cuanto estuviéramos aquí, no podemos acomodarnos y dejar de disfrutar de la vida abundante.
La manera de pensar de una persona es la llave para que ella alcance el éxito o el fracaso, la plenitud o la frustración.
No importa si usted se siente pequeño, rechazado o si tiene limitaciones que, a los ojos humanos, lo vuelven incapaz de realizar alguna cosa.
Pensar en pequeño o pensar en grande dará el mismo trabajo. Por lo tanto, decida usar su tiempo pensando en los grandes sueños que desea realizar en su vida.
Permítase y ose soñar y no tenga miedo de hacerlo en grande, pero planee lo que desea y la forma de alcanzar sus objetivos. Es importante hacer eso, si usted no sabe a dónde quiere llegar, no sabrá cuál camino deberá transitar. Por eso es tan importante que usted sepa claramente cuales son las metas.
Transformando sueños en realidad
Más allá de establecer las metas, es necesario trabajar en ellas para que se concretice. Así sus sueños no serán apenas deseos escondidos dentro de usted. El primer paso es anotar todas sus metas de corto, medio y largo plazo. Después, piense, investigue e infórmese sobre cada paso que será necesario para transformar ese deseo en realidad, definiendo detalladamente gastos, plazos y reflexione sobre eventuales contratiempos que pueden surgir en el proceso. Anote todo y cumpla, día a día, cada uno de los pasos que lo llevarán a alcanzar la meta.
Participe este y todos los Lunes en el Congreso para el Progreso en la Iglesia Universal más cercana a su hogar y aprenda las pautas para realizar sus sueños.
Aprendimos a vencer lo que nos impedía crecer
A causa de las enfermedades todo en mi vida era escaso, y cuando conseguía trabajar lo poco que ganaba era para comprar medicamentos. Por otro lado, tenía problemas de insomnio a causa de tantas preocupaciones. Pero cuando llegué a la Iglesia Universal, fui curada, me casé y junto a mi esposo comenzamos a luchar en el Congreso para el Progreso, para que el negocio que teníamos saliera adelante. Aprendimos que un pacto con Dios era el camino al éxito. A través de la fe y obedeciendo la dirección que viene de Dios, nuestro negocio ha crecido, ni aún en medio de la pandemia tuvimos pérdidas, al contrario, no paramos ni un solo momento, trabajo es lo que más hemos tenido.
•• Delia y Jhony Cevallos