Estar enfermo es estar en una condición fuera de lo normal, que afecta la salud del cuerpo o de la mente. Las enfermedades causan síntomas, a veces, casi imperceptibles o indoloros. Sin embargo, en gran parte de los casos, afligen la vida de las personas, causando dolor y sufrimiento. Además de los tratamientos y medicamentos interminables, a los cuales los pacientes se someten.
De esa forma miles de personas en todo el mundo, que no soportan y no aceptan más continuar con su padecimiento, buscan la cura de sus enfermedades por medio de la fe. Por eso, todos los martes, han participado en la Reunión de la Sanidad.
Ahí aprenden a usar la fe. Realizan una oración determinando la cura y sanidad. Y, tras 7 días, reciben la respuesta de Dios y relatan su milagro.
¿Usted también quiere alcanzar la cura y la liberación de los problemas, que han atormentado su salud y la de sus familiares? Entonces no falte. El tiempo de los milagros no se terminó.
Las reuniones se llevan a cabo todos los martes en el Templo de la Fe, a las 7H, 10H, 12H, y especialmente a las 19H en la Av. De las Américas 305.
El dolor que sentía en la planta del pie era muy intenso
“Empecé a tener fuertes malestares en la planta del pie, al punto en el cual no lograba caminar con normalidad a causa del malestar crónico que sentía, los médicos me indicaron que no tenía absolutamente nada, pero el dolor permanecía.
Vine a participar de la reunión de sanidad y pasando por el pasillo de los 70 hombres y mujeres de Dios, fui totalmente curada, al instante los malestares cesaron por completo, gracias a Dios me siento muy bien”. •• Sra. Nancy
Varios días padeciendo con fuertes dolores en el cuerpo
“Llevaba muchos años sintiendo fuertes dolores en el cuerpo, con el pasar de los días aquello no cesaba por lo contrario, iban intensificándose cada vez más.
Se me hacia muy difícil realizar los quehaceres del hogar con normalidad, a causa del malestar que sentía.
Vine a participar de la reunión y pasé por el pasillo de los 70 Apóstoles, todos los malestares se fueron por completo, me siento muy bien, gracias a Dios no siento el dolor”. •• Sra. Lucrecia
Sentía dolores constantes en le útero, no se aliviaban con nada
“Varios años sufriendo con fuertes dolores en el útero, conforme pasaba el tiempo aquello no cesaba por lo contrario se iban intensificando cada vez más. No había nada que lo calmara.
No desistí y empecé a venir los días martes en la cadena de sanidad, donde noté un cambio al instante, después de pasar por el pasillo de los 70 Apóstoles los malestares cesaron por completo, gracias a Dios me siento muy bien, no tengo ninguna molestia”. •• Sra. Quijije