Hay quienes huyen ante los problemas, eso demuestra falta de responsabilidad. Se trata de hombres que no afrontan situaciones y adversidades, de manera que acaban destrozando sus relaciones familiares.
Con relación al tema, el obispo Renato Cardoso explicó que el término “vagabundo”, por ejemplo, en la Biblia no se usa de manera despectiva como lo conocemos hoy, que se refiere a una persona que no trabaja. “Pero en el caso de Caín, la palabra vagabundo viene de vagar, una persona que deambula en el sentido original de la palabra no es la persona que no hace nada. Es quien no tiene rumbo en su vida”, comentó el obispo, refiriéndose a la maldición de Caín.
“… vagabundo y errante serás en la tierra.” (Génesis 4:12)
Aún así, según el obispo Renato, hoy en día, muchos hombres actúan como si fueran descendientes espirituales de Caín. Viven errantes, fugitivos, sin rumbo, es decir, escapando de sus compromisos y descuidando sus responsabilidades.
“Tuve la mitad de esta maldición con respecto a mi matrimonio, huía de los problemas, no reconocía que existían. Siempre que ella me traía un problema, fruncía los hombros. Encontraba una manera de devolverle el problema y decirle que tenía algo más importante que hacer y lo dejaba pasar”, comentó el obispo.
El hombre enfrenta
Muchos hombres no asumen su rol de esposo o responsabilidades dentro del matrimonio.
¿Cuántos están viviendo así, huyendo? El hombre de verdad no huye de nada, él enfrenta, en lugar de esconderse.
El hombre de verdad no huye de nada, él enfrenta, en lugar de esconderse.