Probablemente ya escuchó hablar de hombres que tienen dificultad para madurar en el tiempo correcto, ¿no es así? Incluso ya existe un término para ese problema: síndrome de Peter Pan, una referencia al cuento en el que el personaje principal es un niño eterno que se la pasa jugando. ¿Y quién no conoce ejemplos que encajan perfectamente en este perfil? Son hombres con casi 30 años o que ya pasaron de esa edad, pero aún tienen actitudes de niño.
Hay muchas razones que explican la inmadurez masculina, como traumas en la infancia, baja autoestima, problemas emocionales, además de la presión para tener una vida nanciera estable fuera de la casa de los padres, por ejemplo.
Para el escritor y conferencista Renato Cardoso, esas acciones infantiles han debilitado a muchos hombres. “Ellos aún no desistieron de las “cosas de niños”. Son hombres sólo en el cuerpo y sus actitudes aún toman prestadas muchas cosas de su niñez. Para ser fuerte, el hombre tiene que trazar una línea en su vida para entender que el tiempo de niños ya pasó y dejar las “cosas de niños”. Yo no estoy hablando solamente de videojuegos, sino de algo más serio”, dijo.
La insistencia en mantener actitudes que le gustan mucho puede ser un problema cuando su bienestar y el de su familia son dejados a un lado. Aprovecha y reserva un tiempo para evaluar si no estás abusando de las “cosas de niños” y dejando atrás las “cosas de hombres”.
Comprende que es algo más profundo que simplemente dejar de coleccionar revistas o dejar de jugar videojuegos. Tener un espíritu joven para enfrentar la vida no tiene nada que ver con actuar como niño.