Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá.” (Mateo 18:19).
Es por esto que comenzaremos la mayor cadena del Ecuador, la Cadena de las Manos Tomadas, donde estaremos orando durante 3 domingos consecutivos a favor de todas las personas que desean resolver algún problema ya sea este de tipo familiar, espiritual, económico o sentimental.
La Biblia menciona que las bendiciones llegaron a la vida de Moisés, David, Abraham, Gedeón, entre tantos otros héroes de la fe a causa de su fidelidad a Dios.
“Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Este pueblo dice: “No ha llegado el tiempo, el tiempo de que la casa del Señor sea reedificada.” (Hageo 1:2)
La Biblia muestra que son muchas las personas que hoy en día viven preocupadas apenas por obtener bienes materiales, es decir, ellas buscan obtener para sus vidas los beneficios que Dios prometió, sin pensar en la casa de Dios, por esto Él también dijo: “¿Es acaso tiempo para que ustedes habiten en sus casas artesonadas mientras esta casa está desolada?” Ahora pues, así dice el Señor de los ejércitos: “¡Consideren bien sus caminos! Siembran mucho, pero recogen poco; comen, pero no hay suficiente para que se sacien; beben, pero no hay suficiente para que se embriaguen; se visten, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota.” (Hageo 1:3-6).
Por esta razón es que vemos que el resultado de muchos es trabajar arduamente de lunes a lunes y cuando llega el día de cobrar su salario no le es suficiente debido a la deudas que tienen, por otro lado están las personas que lo tienen todo, sin embargo, no logran ser felices.
El secreto de Moisés, David, Abraham, Gedeón, entre tantos otros héroes de la fe fue la preocupación por lo eterno, o sea, su relación con Dios, ellos se preocupaban por ser fieles y tener comunión con Dios y así el Todopoderoso derramaba bendiciones en sus vidas, ellos no escatimaban esfuerzos para retribuirle a Dios todas las bendiciones que obtuvieron de Él.
Por eso, pare un poco y piense, ¿usted quiere a Dios sólo por los beneficios que Él tiene, o quiere tener un encuentro con Él para que su vida cambié y consecuentemente las bendiciones le serán añadidas?.
¡Piense en eso!