Ellas son la primera parte de algo que debe ser presentado a Dios, son los primeros frutos recogidos, los primeros animales del rebaño, los primeros resultados de un trabajo. Por encima de todo, las primicias revelan quién o qué persona está colocada en primer lugar en su corazón.
Por lo tanto al ofrecer las primicias para Dios, la persona está enviando un mensaje de que ella Lo Honra y de que Él es lo más importante en su vida. O sea, ser diezmista es considerar las primicias y tener un compromiso con Dios; es vivir una alianza con Él. Es como si la persona incluyera a Dios en sus decisiones económicas, el siguiente paso es considerar la voluntad del Altísimo en primer lugar. Cuando somos fieles, por medio de nuestras conquistas, damos testimonio para el mundo de que tenemos un Padre grande, bondadoso y generoso y que Él cuida de nosotros cada día de nuestra vida.
Vivía en la MISERIA
Me sentía frustrada, tenía dos trabajos, pero el dinero no me alcanzaba para poder sustentar a mi familia. A causa de la crisis económica que estábamos pasando mi esposo se sumergió en el alcohol, yo en el cigarro, vivimos momentos terribles. Cuando empecé a devolver mis primicias para Dios, todo a mi alrededor cambió. Tengo un buen trabajo, pude comprar un auto y tengo mi casa propia.
•• Sra. Clara