Inmediatamente después de que el Señor Jesús dijo: El que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él, un hombre rico Le preguntó: … ¿qué haré para heredar la vida eterna? Lucas 18.17,18
Con certeza había un vacío dentro de ese hombre, a pesar de toda su riqueza, su vida no tenía sentido. Vino entonces la Palabra del Señor Jesús:
No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio…", en fin, guarda los mandamientos. El joven dijo que hacía todo eso, sin embargo, aún le faltaba algo.
Muchas personas están pasando por esta misma situación. Quizás no sean ricas, pero también han oído la Palabra de Dios, han vivido una vida en la iglesia y, aun así, les falta algo.
El Señor Jesús amó a ese joven y le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo.
O sea, no servía decirle nada más a ese hombre, así como mucha gente ya oyó todo lo que necesitaba oír.
El Señor Jesús mandó al hombre a sacrificar, ahora, ya no eran más las palabras, él tenía que actuar, fue llamado a la decisión. Sin embargo, en su caso, el miedo habló más alto, aquella revelación fue despreciada. Ciertamente, él no esperaba algo tan fuerte, tan impactante, pero quería continuar discutiendo la opinión, como sucede hoy con muchos creyentes, que viven incluso una vida honesta, no salen de la iglesia, pero sus vidas son el retrato del fracaso. Y dentro de ellos hay una pregunta gritando: ¿qué hacer?
El joven rico se fue triste, porque tenía muchas propiedades, pero perdió la oportunidad de convertirse en un hombre salvo, y tener mucho más de lo que estaba sacrificando.
Pero fue eso lo que el Señor les dijo a los discípulos que se quedaron preocupados pues lo habían dejado todo:
Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por Mi Nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Mateo 19:29
El día 11 es el día para los que quieren una decisión.
No vamos a perder tiempo ¡O Dios es o no es!
En el sacrificio, no hay espacio para discutir opiniones.
Quien recibe la Profecía y obedece, está recibiendo la Revelación de Dios.