Cuando alguien se enfrenta a una enfermedad grave, problema económico o familiar, etc., aparece un sentimiento abrumador de impotencia.
Muchos no lo entenderán, al menos que se encuentren en esa situación.
La triste realidad es que muchos, cuando se enfrentan a estos problemas, con el Puede que no sea fácil, pero no es imposible tiempo van perdiendo la esperanza hasta el punto de pensar que será imposible superar aquella situación.
Pero hay buenas noticias para esto, aunque no sea el camino más fácil de seguir, tampoco es imposible. Aquí es donde la fe juega un papel muy importante, en lo que somos y en cómo enfrentamos los problemas.
Nadie dijo que sería fácil, pero tampoco podemos simplemente asumir que es imposible superar cualquier situación.
No podemos esperar a que las cosas sucedan de la nada, nosotros mismos debemos hacer un cambio y ese cambio lo debemos hacer en nuestra mente. Una vez que cambiamos de mentalidad y cómo enfrentamos los problemas, ponemos en práctica nuestra fe.
PENSÉ QUE SERÍA IMPOSIBLE, PERO AL MANIFESTAR MI FE, ACONTECIÓ EL MILAGRO.
Estaba bajo tratamiento para calmar el dolor de una enfermedad que los médicos no le encontraban diagnóstico. Esta situación provocó que me refugiara en el alcohol y llegué a pensar que la muerte era la única solución.
Toqué fondo cuando el doctor me diagnosticó y me dijo que sólo me quedaban 24 horas de vida; no sabía qué más hacer porque de un momento a otro me dijeron que ya no había más esperanzas.
Cuando pensé que todo había llegado a su fin, recibí una invitación para participar en la Iglesia Universal, ¡No lo dude ni dos veces!, asistí y recibí el milagro, fui sanado en el mismo día.
Perseverando y haciendo las cadenas, comprendí que lo que necesitaba era aprender a manifestar mi fe para lograr ver lo imposible en mi vida.
Al poco tiempo escuché sobre el Poder que tiene el Espíritu Santo; ahí fue cuando entendí que es a través de la Presencia de Dios que uno puede conquistar la victoria sobre cualquier cosa.
Hoy tengo una segunda oportunidad y es por eso que hago de todo para llevar mi vida bajo la Voluntad de Dios.
>>Leopoldo Gomez