Cuando el asunto es trabajo, no es exagerado afirmar que el mundo esta dividido en dos grupos de personas: aquellas que viven para trabajar y aquellas que trabajan para vivir.
Como suele suceder en las relaciones, es posible que usted se halla casado con alguien que es su lado opuesto. Al inicio ambos se amaban, pero después la obsesión de su marido con el trabajo o la manía de la esposa de no dormir hasta que la último plato esté guardado pasa a ser motivo de irritación.
Puede ser también que ocurra lo contrario: la manera relajada de uno de los dos conyugues deja al otro desconcertado. Uno de los dos siente desinterés en la relación y busca a otras personas que llenen el vacio que existe.
La buena noticia es que es absolutamente normal que existan diferencias. Pero se necesita de la madurez de uno de los dos que guíe a su pareja para fortalecer la relación.
Es necesario para la sobrevivencia de su matrimonio o noviazgo que encuentren un punto de equilibrio. Pasen más tiempo juntos no permitan que el trabajo y las diferencias vengan a ser motivos de críticas.
¡Que esas diferencias sean como al inicio: motivos de admiración!.
En la actualidad hay muchas cifras que muestran suicidios por parte de un fracaso sentimental, y la clave para que esto no suceda es tener paz y virtud para manejar las situaciones.
Las parejas de la actualidad utilizan demasiada tecnología, el esposo mira videos de cualquier índole, y la esposa chatea con sus amigas, y posteriormente se quejan que no tienen tiempo para pasar juntos.