La generosidad y la bondad son esenciales para un matrimonio duradero, según un estudio dirigido por el psicólogo estadounidense John Gottman, junto con su esposa, Julie Gottman. Ellos llevaron a 130 parejas a una especie de “laboratorio del amor” para entender mejor la razón del fracaso y del éxito de sus relaciones. Allí, los cónyuges pasaron el día realizando tareas como comer, cocinar y limpiar, mientras eran analizados.
Después de todo, los investigadores clasificaron a las parejas en dos grupos: maestros y desastres. Después de seis años, en 2014, las parejas fueron llamadas de nuevo para una nueva investigación. Los maestros permanecieron juntos y felices. Los desastres o ya no estaban más casados, ?o se mantuvieron juntos, pero infelices.
El estudio llevó a los investigadores a la conclusión de que la generosidad y la bondad son fundamentales en una relación de a dos, porque generan una conexión entre la pareja. Las respuestas ásperas, desinteresadas? o indiferentes, significan mucho más que cansancio o falta de tiempo. Puede representar que cualquier cosa es más importante que lo que él o ella dice.
“El verdadero amor no lastima”
En el libro “Matrimonio Blindado”, Renato y Cristiane Cardoso – que están casados ??hace 25 años – explican que el estrés, las tensiones y los problemas no son motivos para herir al cónyuge, ya sea de manera física, verbal o emocional. “¿Cuántas veces nos enojamos por algo que sucedió en el trabajo? Usted aprende a manejar ese enojo para evitar pasar por momentos desagradables con sus compañeros de trabajo. Debe hacer lo mismo con la persona amada. Nunca actúe con agresividad. No es excusa decir que es nervioso o de carácter explosivo, porque el verdadero amor no lastima”, enseñan los escritores.
Dar atención y cuidado son ingredientes esenciales para que la vida de a dos dure “hasta que la muerte los separe”. Por supuesto que no siempre será fácil, pero la base para que eso sea posible es el sacrificio.
“Usted sacrifica cuando se traga su orgullo, da el brazo a torcer y admite que el otro está correcto. Usted sacrifica si a su esposa le gusta salir y usted sale con ella para complacerla, o a uno de los dos no le gusta salir y el otro se queda en casa, sin quejarse. El sacrificio de las emociones, el sacrificio del temperamento, el sacrificio de las amistades. Comience a sacrificar por su matrimonio y cosechará una relación maravillosa, llena de paz, comprensión, compañerismo y fidelidad”, añaden Renato y Cristiane.
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