Muchas personas delante de los problemas y luchas que enfrentan a diario, pierden la fe, desisten de luchar y terminan cediendo a la presión de las adversidades, porque se sienten acorraladas y es en este exacto momento, donde cada uno tiene la oportunidad de probar que confía o no en Dios.
Cuando depositamos nuestra confianza en Dios y usamos la fe, podemos resolver aquello que parecía imposible a los ojos humanos, pues ella tiene poder, inmensurable, para acabar con cualquier problema.
No podía caminar sola por la calle, a causa de los ataques epilépticos
Desde mi infancia me diagnosticaron epilepsia, al verme así mis padres se preocuparon mucho.
Los ataques iban empeorando, a tal punto que dejé de salir sola a la calle por miedo a sufrir un ataque epiléptico y no recibir ayuda.
Mi mamá buscó desde médicos hasta curanderos y no vio ninguna respuesta positiva, fue entonces cuando la invitaron a la iglesia Universal, donde yo pude ver que Dios, podía darme la cura para aquella enfermedad y fue así, después de varios meses Dios obró en mí, los ataques iban cesando conforme pasaba el tiempo. Hasta que sin darme cuenta dejé de tenerlos. Gracias a Dios, estoy curada y no tengo más epilepsia, soy una mujer normal.
Participe todos los sábado a las 7Hs, 10H, 12H, 18H30, en los Casos imposibles, en Av. de Las Amércias 305 – Norte de Guayauqil.