A partir del momento en el que la persona se entrega a Dios y permite que Él transforme su vida, ningún obstáculo es capaz de impedir la conquista de los objetivos. “Yo me pregunto: ¿qué es imposible para Dios entonces? ¿qué es imposible para una persona cuando recibe el Espíritu de Dios?”
La fe es un poder inmensurable, que existe dentro de cada uno y cualquiera puede acceder a ese poder. Cuando el Espíritu del Altísimo, que es el Espíritu de paz también, desciende, hace de usted una nueva criatura. Él no hace de usted una persona mejor, sino una nueva criatura.
A partir de ese momento, los errores y vicios del pasado son incapaces de entorpecer la construcción del futuro. Vivimos en una sociedad injusta, donde los valores están invertidos, las personas no honran su palabra, cambian, venden y hacen un gran desorden por la falta de hombría, de honra. Cuando usted cree, no cree porque es más inteligente. Usted cree porque el Espíritu Santo le da esa creencia, el Espíritu de la fe, está actuando dentro suyo. Eso es lo que usted necesita, más que todo en este mundo.