Cuando se habla de primicias, la mayoría de las personas piensan en valores monetarios. Pero su esencia va más allá de eso: tiene que ver con ¿Cómo hacer de Dios el primero en su vida?.
Comprenda, Dios es espíritu y no usa dinero. La entrega de nuestras primicias y ofrendas voluntarias, a la verdad, es una forma de expresar nuestros respeto, dependencia y reconocimiento de que Él es el Proveedor de todas nuestras necesidades.
Dar nuestras primicias significa colocar a Dios como nuestra prioridad, osea Él está encima de todo, Él debe ser el primer ítem que esté en nuestra agenda, una forma de demostrar que Él es lo primero en nuestras vidas es orar y leer la biblia en las primeras horas de la mañana, siempre Él debe estar primero en nuestros pensamientos y en nuestro tiempo.
Hay personas que colocan a la familia, trabajo, etc., antes que a Dios y sólo se acuerdan de Él en la hora del problema, quien vive así, puede hasta entregar algún valor como diezmo u ofrenda, pero nada sirve ya que Dios quiere que lo coloque en primer lugar en su vida.
“Yo era un hombre de negocios, pero de un momento a otro empecé a sentirme mal, deprimido y de mal humor, todo me molestaba, ni en mi casa podía tener paz, todos estos acontecimientos se vieron reflejados en mi economía, ya que de la noche a la mañana me quedé en la miseria.
Fue así que llegué a la Iglesia Universal, allí aprendí que debía colocar a Dios en primer lugar devolviendo las primicias, a partir de ese momento empecé a gozar de las bendiciones ilimitadas que da el ser el a Dios.
Hoy soy un empresario exitoso y tengo una vida feliz.”
•• Sr. Luis Torres