Me has preguntado que quiero que me regales el día de las madres y yo sé lo mucho que quieres recuperar todos estos años que estuvimos lejos el uno del otro, pero hoy quiero a través de ese post abrir mi corazón…
No, no quiero flores, ni regalos, ni una cena. No quiero una tarjeta con feliz día de las madres, ni bombones, ni un e-mail o una foto homenajeándome. Lo que yo quiero ¡es que continúes esforzándote para honrar y servir a Dios todos los días de tu vida. Eso sí me hace sonreír y me realiza. Cuando te veo leyendo la Palabra de Dios por la noche, haciendo votos de oración de madrugada, participando de las reuniones en la iglesia y entregándote más y más cada día que pasa… yo me siento homenajeada por usted…¡Qué bueno es ver a mi hijo usando su fe!
Estoy contenta de que estés de regreso, aunque ya grande, adulto, todo tatuado, y lleno de equipaje. Sé que no es fácil cambiar de vida, pero mi Dios se convirtió en tu Dios también y puedo garantizarte que Él está contigo. Y digo más, Él va a honrarte, no te preocupes con aquellos que te condenan y tiene placer en juzgarte.
Gracias mi amor, por estar de regreso, por hacerme sentir una madre realizada, incluso a veces me da la impresión de que todos estos años en los que derramé tantas lágrimas por ti, estuvieran en un pasado tan distante, que no me afectan ni me entristecen más.
Hoy yo entiendo cómo todo cooperó. Fuiste tú quien me enseñó a sentir lo que Dios siente y eso me inspiró a crear el Godllywood para ayudar a las jóvenes en la Iglesia. Fueron los problemas que tuvimos contigo que llevó a tu padre a crear el Intellimen. Y cada vez que las cosas contigo empeoraban, más nosotros nos indignábamos contra el mal que acecha a las familias y luchábamos por ellas.
Sí mi amor, Dios te usó para cosas grandes mientras estabas en el mundo, imagina ahora que estás en el Reino de Dios…
Yo te bendigo en Nombre del Señor Jesús hoy, mañana, y para siempre.
En la fe.