Ninguno puede servir a dos señores ; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Mateo 6:24.
Muchos a pesar de decir que creen en Dios, no han obtenido una transformación de vida a causa de que no hubo una entrega a Él completa, en parte creen y por otro lado hacen las cosas a su manera.
La entrega de nuestra vida a Dios debe ser completa, porque Él es el creador de todas las cosas, cuando nos entregamos a medias, es porque aún servimos inconscientemente al señor de este mundo, satanás.
En estos casos no existen términos medios, no hay como decir que no se sirve a nadie, eso es un engaño, pues como seres humanos siempre estaremos inclinados a algo o a alguien. Cuando damos la espalda al mundo, estaremos de frente para Dios, y si damos la espalda para Él, entonces estaremos de frente al mundo.
Mis actitudes, decisiones, comportamiento, carácter y conducta, revelan a quién servimos. Amigo lector la vida es llevada a través de decisiones, y dependiendo de ellas pasamos a reflejar quién es el señor de nuestra vida.
Por ejemplo, a diario pasamos por situaciones difíciles, y a veces estas situaciones incluyen a otras personas, en ese momento debemos decidir si amarlas u odiarlas, y la elección que hagamos mostrará claramente quién es el dueño de nuestra vida.