La Biblia cuenta la historia de Ezequías, él honró a Dios en primer lugar, por eso fue bendecido. “En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del Señor y las reparó…” 2 Crónicas 29:3
En otras palabras, en aquella época, las puertas del Templo estaban cerradas y todo en ruinas, así tal vez se encuentra la vida de muchas personas, en ruinas, llena de problemas, enfermedades, maltratos, etc.; cuando estas fueron abiertas, y el Altísimo colocado en primer lugar, todo cambió, la vida de Ezequías fue una bendición.
Si usted está cansado de tener una vida en ruinas y desea ver lo imposible acontecer, lo invitamos a participar este sábado de la reunión del Ayuno Colectivo, en donde estaremos pasando por la Puerta Abierta, y por la fe, lo imposible se volverá posible, pues cuando la bendición de Dios está sobre una persona, el mal no puede prevalecer.
“LO IMPOSIBLE SE VOLVIÓ POSIBLE”
Me diagnosticaron neumonía, comencé a usar medicamentos para tratar el problema, pero no sentía ninguna mejoría. Soporté meses con fuertes dolores de espalda, tos y fiebre.
Me sometí a un examen para detectar si tenía tuberculosis y desafortunadamente el diagnóstico dio positivo.
Me sometí a un procedimiento quirúrgico y a dos drenajes en mis pulmones que no me permitían levantarme de la cama. Era insoportable. Recuerdo que pesaba 57 kilos, además del líquido en el pulmón, tenía una especie de cubierta que lo tapaba, que nadie entendía. Al verme en ese estado mi familia empezó a asistir a la Iglesia Universal, usando la fe, lo que parecía imposible se volvió posible. Fui curado completamente, hoy peso 72 kilos y no parece que haya pasado por todo eso.
•• Sr. Washington