Navidad y fin de año no es sólo época de torrijas, castañas asadas y comida, es también época de “Amigo Oculto” y de la frustración de recibir un regalo que no tiene nada que ver contigo. Hace tiempo que no participo de uno. Creo que la última vez aún vivía en Londres y, gracias a la Paloma Mensajera que creé, allí no me frustraba tanto. Primero porque tenía un valor límite, y segundo porque tenías la opción de elegir lo que querías recibir dentro de aquel valor límite y colocarlo en el buzón para que tu amigo secreto lo comprara para ti. Funcionó muy bien las últimas veces que participé ☺
Pero no es solo en el Amigo Oculto que recibes regalos sin sentido, también está tu cumpleaños… Es molesto tener que hablar de este tema, ¿no? Pero es necesario, infelizmente, hay mucha gente dando regalos sin sentido por ahí y pensando que son un éxito… Vamos a comenzar con dos factores importantes sobre el asunto:
- Regalo de cumpleaños o de amigo oculto NO puede ser un recuerdito. Un recuerdito es para cuando ves algo que a una persona le gusta mucho o te hace acordar de ella y entonces lo compras, como una forma de pensar que has pensado en ella. Este tipo de presente es más simple y muchas veces mucho más económico… una lapicera con carita de Garfield para aquella amiga que ama a los gatos, una cartera de tela colorida para aquella amiga súper hippie, una tiara con moños para aquella amiga que ama las tiaras, etc., son recuerditos y no regalos. ¿Ya has reparado que cuando das un recuerdito en lugar de un regalo tú tienes que decir “Es simple, pero de todo corazón”? Lo que en realidad quieres decir es: “Disculpa por el regalo que parece más un suvenir.
- Eso no quiere decir que el regalo tenga que ser caro, pero tiene que tener un significado mayor. Para que se entienda mejor lo que un regalo significa, debes comprender de dónde viene el origen. El primer regalo fue el de Caín y Abel, bien al principio de la humanidad:
“Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido varón con la ayuda del Señor. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció que, al transcurrir el tiempo, Caín trajo al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó. Entonces el Señor dijo a Caín: ¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante? Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo. Y Caín dijo a su hermano Abel: vayamos al campo. Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató”. Génesis 4.1-8
Caín era labrador de la tierra y por eso quiso darle a Dios algo del fruto de la tierra, o sea, no le costaría mucho tomar uno de los millares de frutos que plantó y dárselos a Dios. En realidad, él estaba dando un recuerdito, no le costaría mucho, sino que diría: “Me acordé del Señor”. En cambio, Abel le dio a Dios las primogénitas de sus ovejas, o sea, las mejores. Abel le dio un regalo a Dios, algo que representaba mucho más que una simple nota de que se acordaba de Él.
Es como cualquier persona que recibe un regalo de cumpleaños, Dios reparó al regalo que Lo hizo sentir más especial, mientras que, al recuerdito de Caín, lo aceptó, pero no reparó tanto en él – solo eso. Él no hizo mucho caso, no reclamó, ni se quedó comparando uno con otro. ¡Dios hizo lo mismo que cualquier persona haría al recibir un regalo de una amiga y un recuerdito de otra!
Solo que Caín se enojó, se sintió rechazado, y tal vez un tanto humillado por su hermano. Imagino que, en la cabeza de Caín, él debe haber pensado que Abel había hecho eso para disminuirlo delante de Dios, al final, fue Caín quien ofrendó primero. Como Dios siempre nos está escudriñando, Él percibió la ira de Caín y enseguida lo reprendió por eso, pero Caín no quiso escuchar Su voz y no demoró mucho en hacer algo con aquella ira… asesinando a su hermano.
Quien da recuerdito tiene que contentarse con el hecho de que la atención va a quién da el regalo, no solo porque el regalo llama más la atención, sino porque el regalo habla por sí mismo. Él dice tantas cosas al mismo tiempo… que la consideras tan especial que dejaste de tener algo para ti para que ella lo tenga… que te has sacrificado para que ella pudiese saber cuán especial es para ti… que ella no es una persona o amiga cualquiera, ¡ella es mucho más que eso para ti! En cambio, el recuerdito no habla bien de ti , y por eso necesitas agregar el “es de corazón”.
Otro factor importante es que el regalo es para que aquella persona se sienta especial y no mal… o sea, si compraste algo que no tenías condiciones financieras de dar y te has endeudado por eso, el regalo viene con una tarjeta de “culpa” …
Un regalo no es para competir con otras personas, ni es para decir que tienes dinero o que no eres mezquina. Un regalo es para que la persona sepa cuánto la valoras. Ahora entiendes por qué el Amigo Oculto no está tan bueno… no todo el mundo valora a todo el mundo allí, solo si es hecho entre amigas de verdad ☺
Recientemente, compre dos regalos para dos amigas. Ambos con precios diferentes, pero de igual valor para mí, pues el valor no siempre está asociado al precio que las tiendas colocan y sí a lo que él significa para ti. Cuando das algo que te gustaría recibir, por ejemplo, aquello tiene mucho valor… pero cuando das algo que tú también tienes, no tiene ningún valor… además, la persona deja de ser especial, pues el “regalo” de ella también fue el tuyo para ti misma. Eso fue un recuerdo que has querido tener también… ¡un mensaje nada bueno!
El regalo habla lo que no necesitas decir. El recuerdo dice lo que tú no quieres decir.