» El Espíritu Santo es mi dirección en todo momento. «
Siempre he sido trabajador, buscaba la manera de emprender proyectos para darle algo mejor a mi familia. Puse varios negocios y no funcionaron, parecía que estaba “salado”, porque ningún negocio que emprendía salía adelante.
Lo único que gané al emprender diversos proyectos fue una gran deuda. Mi esposa tuvo que trabajar para llevar el sustento a casa. Me sentía frustrado e inútil.
Un día me invitaron a la Iglesia Universal y como no me podía ir peor, me animé a ir. Esa decisión fue maravillosa.
La presencia de Dios en mi vida me llevó a tener una paz que nunca antes tuve, mi visión cambió, la frustración se convirtió en fe y en certeza de que todo cambiaría. Esa experiencia con Dios fue lo mejor que adquirí a través de la fe, porque le dio sentido a mi vida y una dirección.
No dudaba en seguir los consejos que Dios da a través de Su Palabra. Así logré ver los resultados positivos, pero quería algo mayor; por eso, cuando me hablaron de la Hoguera Santa de Israel, me “lancé” con todo en el sacrificio.
Esa fue mi oportunidad de mostrarle a Dios mi confianza y a cambio obtuve grandes bendiciones. De ser un deudor pasé a ser dueño de mi propia empresa, un negocio que ahora sí es muy próspero. Pagué la deuda y pude comprar mis carros, camionetas y mi casa. Participó de cada Hoguera Santa, porque en ella logró bendiciones que de otra forma no conseguiría.
“Sin el Espíritu Santo no habría conseguido llegar muy lejos, no habría conquistado la paz, la alegría, seguridad, determinación, mucho menos una familia feliz como la que tengo”.
Sr. Luis Eduardo.