Muchas personas quisieron servir a Dios a su manera, y hasta se autoengañaban al pensar que estaban actuando correctamente, con el paso del tiempo fueron enfriándose en la fe y abandonaron los caminos del Señor. Servir a Dios implica obedecer la voluntad de Él, pues la obediencia a Su Palabra mantiene de pie al cristiano. Pero Dios es misericordioso y acepta a aquellos que se apartaron de Él, pero tienen ese deseo de volver a sus brazos. Por ese motivo la caravana del rescate continúa visitando distintas partes del país, y en esta ocasión estuvo en la ciudad de Riobamba donde se llevó una palabra de fe y salvación a todos los que estuvieron presentes.