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La estrategia más exitosa del diablo es convencer a las personas de que él no existe. Su objetivo es hacer que las personas crean que él es fruto de la imaginación, algo que la religión usa para controlar a la sociedad, una fantasía de cuento infantiles. De este modo, con las personas lejos de su camino, él puede trabajar a gusto. Porque nadie va a luchar contra un enemigo que no existe. Además de eso, el diablo les echa a otros la culpa de lo que él hace.
Entre líneas
«Si la persona tiene, por ejemplo, su matrimonio en las últimas, va a pensar: “no iba a funcionar. Nosotros no somos compatibles. No éramos almas gemelas”. Si tiene un hijo que cambió, se volvió rebelde, está agresivo, ingresó a las drogas, se juntó con gente que no le hará bien: “es la etapa de adolescente, ya se le pasará”. El marido mata a la mujer, mata a los hijos, después se mata. Todo mundo ve las noticias y dice: “no le dieron ni 5 minutos a ese hombre”. La persona lo pierde todo, lo despiden, pierde el dinero que invirtió, se queda en ceros: “es la economía, no tuvo suerte”. Siempre hay una excusa, un culpable, una explicación, algo que justifica, que deja a la persona aceptando el problema como parte de su vida», señaló el obispo Renato Cardoso.
El obispo también dijo que ni todo lo malo que pasa en el mundo es realizado por los demonios. Pero es importante tener cuidado para no caer en el de que el diablo no existe y no actúa en la sociedad.
En la Biblia está escrito: «El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo» (1 Juan 3:8).
Conclusión
Si tu problema es espiritual, no hay cómo resolverlo por las vías materiales. El mal no se vence con remedios, consejos de amigos o un momento de descanso físico. El Señor Jesús es el único que es más fuerte que el diablo. Cuando tienes una alianza con Dios, vences al infierno.