Sacrificando, he conquistado, lo que eran solo sueños
“Desde hace un año, aproximadamente, tenía el sueño de comprar un apartamento que había visto y que me había gustado mucho; sin embargo, económicamente, no tenía condiciones para adquirirlo. Aun así, no me desanimé ante la aparente imposibilidad de comprarlo y comencé a luchar, usando la fe, para conquistarlo.
He hecho propósitos en la iglesia y he participado en las campañas de fe, en definitiva no he dejado mi fe estancada, ni he esperado a que la crisis terminase para lanzarme a comprar la casa. Actualmente las puertas se me han abierto. Hoy tengo el apartamento que tanto soñé en una propiedad privada.”