Santificar el nombre de Dios quiere decir que Lo tratamos con el respeto y la honra que Él merece, un ejemplo claro de eso, se da cuando tenemos que tomar una decisión y por que Lo honramos, optamos por no hacer lo malo, aunque eso traiga alguna ventaja para nosotros.
Otra manera de Santificarlo se da cuando somos diezmistas, ser diezmista no es solo devolver el 10% del dinero que recibimos, ya que muchas veces eso es fácil, ser diezmista de verdad envuelve un sacrificio mayor, ya que implica principalmente ser una persona con una conducta intachable y que tiene el Carácter de Dios.
Cuando colocamos a Dios delante nuestro, estamos santificando el nombre del Señor Jesús, eso significa ser diezmista, ya que uno mismo es el propio diezmo.
Dios debe ocupar el primer lugar en todo, y nosotros el segundo, para que cuando vean nuestro éxito, todos quieran conocer al que ocupa el PRIMER LUGAR en nuestra vida.
Perdí todo lo que tenía
Económicamente no nos hacía falta nada, pero todo cambió cuando mi esposo empezó a tener amantes, las peleas y maltratos se volvieron frecuentes, llegó al punto de caer en el vicio del juego, lo perdimos todo.
Fue así que llegué a la Iglesia, allí aprendí a usar la fe, empecé a ser fiel a Dios a través de mis diezmo. Mi fidelidad me llevó a tener una vida transformada.
Hoy tengo un matrimonio feliz y una vida exitosa.
•• Sra. María y esposo