Con Dios, el segundo lugar es el de un campeón. Comprenda el privilegio de colocarse en esta posición, cuando usted prioriza a Dios en su vida.
El secreto del éxito reside en la fidelidad al devolver sus diezmos a Dios.
Pero cuando se trata de diezmar, es inevitable, no notar el descontento en los rostros de muchas personas que desconocen su verdadero significado.
Pero lo que muchos no saben o ignoran es que el acto de diezmar no es solo la actitud de devolver la décima parte de sus ganancias a Dios, honestamente, si fuera solo eso, sería fácil.
Devolver el diezmo es poner a Dios como el Primero en todo y nosotros nos quedamos con el segundo lugar.
Cuando separamos las primicias para Aquel que es dueño de todo, el restante es bendecido.
Conforme a lo que está escrito: “Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas”. Romanos 11:16
“Tras la pérdida de mi padre tuve que empezar a trabajar desde los 7 años, sin embargo, lo que ganaba no alcanzaba para el sustento de mi familia.
Buscando un mejor trabajo, fui a otra ciudad, pero nada cambió. Llegué al punto de vivir en un cuarto donde compartía el espacio con ratas y pulgas, pase hambre y humillaciones.
Así llegué a la Iglesia Universal, allí aprendí la importancia de dar el diezmos y si quería ser exitoso debía colocar a Dios en primer lugar.
Puse en práctica lo aprendido y fue así que mi vida cambió. Hoy tengo una empresa exitosa y funcionarios a mi cargo.”
•• Sr. José Arnaldo