SOP, afecta un 6-10% de la población mundial de las mujeres
El síndrome de ovario poliquístico (SOP), es una enfermedad crónica causada por un trastorno hormonal común. El síntoma principal es la presencia de quistes en la región de los ovarios, lo que hace que el ovario aumente de tamaño de manera significativa. Otros síntomas clínicos son irregularidad en el ciclo menstrual, acné, hirsutismo (aumento de la cantidad de cabello), tendencia a la obesidad y diabetes.
El SOP, también puede ser una de las causas de la infertilidad femenina, las enfermedades cardiovasculares y la apnea del sueño (alteración de la respiración durante el sueño).
El SOP, puede causar amenorrea o períodos menstruales irregulares. Los períodos irregulares pueden provocar:
Infertilidad; (incapacidad de quedar embarazada). De hecho, el SOP es una de las causas más comunes de infertilidad femenina.
Desarrollo de quistes; (pequeñas bolsas llenas de líquido) en los ovarios. Sin cura, el tratamiento del síndrome consiste en cambiar hábitos y tomar medicación continua.
TENDRÍA QUE TOMAR MEDICAMENTOS POR EL RESTO DE MI VIDA
(…) El tamaño de mis ovarios era anormal. Tenía síndrome de ovario poliquístico…
Siempre me he realizado exámenes de rutina desde que era una adolescente. Mi primera ecografía, por ejemplo, me la realizó a los 13 años, cuando aparecieron pequeños quistes en mis ovarios. Había la probabilidad de que sea un folículo funcional, pero no fue comprobado.
Pasaron los años y comencé a sentir fuertes dolores y, para aliviarlos, necesitaba usar analgésicos y antiinflamatorios.
Acudí al ginecólogo y él me envió varios exámenes. Cuando volví con los resultados, dijo que el tamaño de mis ovarios era anormal. Tenía síndrome de ovario poliquístico (SOP), necesitaría tomar medicamentos por el resto de mi vida.
Elegí usar la fe de inmediato.
Estaba cansada de esa situación y pensé, si Dios cura las enfermedades mayores, ¿por qué no me va a curar a mí? Fue entonces cuando comencé a usar la fe todos los días. Cuando el pastor oraba por la salud, yo determinaba la restauración de mi salud.
Me realicé nuevos estudios y el médico que me hizo la ecografía me preguntó por qué estaba allí; me dijo que no tenía nada, que no tenía ovarios poliquísticos y se sentía como si nunca los hubiera tenido.
Elegí usar la fe creyendo que ese sería el mejor tratamiento y obtuve la cura que la medicina decía que era imposible.
•• Eduarda Malta