No es novedad que las vitrinas nos influyen en el momento de las compras, que las fotos publicadas en las redes sociales sugieren una vida perfecta inexistente y que algunas noticias manipulan la opinión pública.
Las mujeres que desean cambiar el rumbo de sus historias necesitan desarrollar una mirada espiritual para el mundo.
Todo lo que está delante de los ojos del ser humano interfiere en sus acciones. En otras palabras, la forma como una persona ve e interpreta lo que está a su alrededor determina sus actitudes e influye en su presente y su futuro.
La forma de mirar las situaciones y las personas puede trabar la vida de una mujer.
El mayor problema es que las mujeres son influenciadas por la cultura, educación, religión, ideologías, amistades y traumas del pasado, lo que hace que muchas vean como si estuvieran con gafas oscuras y sucias: ellas entienden todo de forma equivocada y son incapaces de ver a Dios o algo positivo.
RETIRE DE SUS OJOS LAS GAFAS OSCURAS.
Para ver de una forma que haga su vida avanzar hay tres pasos: resistir la forma como ve el mundo y a sí misma, sin dejarse influenciar por su color de piel, apariencia, edad, status social o posesiones; identificar los picos de ideas negativas y seleccionar lo que ve, lee y con quien anda; y principalmente, nacer de Dios para que, aún delante de los problemas, nada manche su visión, pues: “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3
Quien es nacido de Dios ve el mundo como Dios lo ve y consigue ver a Dios y a su reino, en cambio quien no tiene el ADN de Él va a ser fácilmente influenciado por el mundo.