Sufrí un pre-infarto hace algunos meses, como resultado, quedaron secuelas en mi salud y los problemas en el corazón eran constantes. Una vena recurrentemente se taponeaba (tapaba) y por eso debía ir a realizarme chequeos con regularidad.
Pero después de participar de la reunión y recibir la oración de los pastores, aquí en la Universal, mi salud está fortalecida, ya no siento ningún malestar y cuando fui a mi chequeo, el doctor se sorprendió al ver que estaba curada, sin ninguna secuela del pre-infarto.
Ahora puedo decir que estoy perfectamente bien gracias a Dios.