El deseo de todos es tener una vida tranquila, próspera, con el fin de darle lo mejor a la familia. Sin embargo, son pocos los que tienen la osadía para pensar en grande y asumir riesgos, principalmente con respecto a la vida económica.
La mayoría de las personas ven la riqueza como un sueño inalcanzable. Para ellas, convertirse en un empresario, ser rico, es un sueño imposible de alcanzar. Ser feliz en el matrimonio parece una idea del pasado. Todo lo que realmente quieren suena como si no les fuera permitido.
Sea una persona de visión, luche para que las cosas sucedan de la manera que usted quiere, no desista, porque es así que un sueño se hace realidad.
Transitar los mismos caminos puede darle una sensación de seguridad, pero le imposibilitará que descubra nuevos caminos. Actuar así puede parecer hasta más sensato, pero, por otro lado, limitará su desarrollo.
No sirve de nada solo querer tener la mayor fábrica de chocolates y quedarse imaginando cómo sería.
Si usted se siente pequeño y, por eso, no puede viabilizar sus sueños, lo mejor que puede hacer es dejar de basarlos en el tamaño de sus condiciones actuales.
Es necesario tener fe en sí mismo y, sobre todo, en Dios. Esto hará la diferencia.