Al comienzo de este año, me hice un chequeo de rutina, una mamografía, el médico me dijo que tenía una masa en el seno izquierdo de aproximadamente 2,5 centímetros, esto me preocupó, sin embargo, antes que cualquier pensamiento negativo me embargara, decidí apelar a la fe, pues no aceptaba el diagnóstico que me dieron; después me mandaron a hacer más análisis y revisiones en Solca para poder recetarme el debido tratamiento. Pero decidí luchar y alcanzar un milagro a través del poder de Dios. Cada domingo llevaba la botella con agua para recibir la gota del milagro y una vez consagrada la tomaba determinando que el milagro sucedería.
Cuando me realicé la siguiente mamografía, el resultado fue favorable para mí, Dios atendió mi pedido, aquella masa que estaba en mi seno había desaparecido.
•• Sra. Edilma Zamora Universal – Manta