La Palabra de Dios nos enseña que, cuando Él se agrada de nosotros, pasa a concedernos las peticiones de nuestro corazón, lo que quiere decir, que habrá cosas que Él hará aunque no se las pidamos.
Y dice que cuando no se agrada: “Habéis hecho cansar al Señor con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada al Señor, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?” Malaquías 2:17.
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos”. Malaquías 3:1.
Hay quienes buscan a Dios a su manera, por este motivo es que Lo buscan pero no Lo encuentran.
No podemos buscar a Dios a nuestra manera, hay una forma correcta de hacerlo, de repente usted se preguntará, ¿cuál es esa forma correcta de buscar a Dios? Es simple, basta leer la Biblia, creer en lo que está escrito, y entregarse en obediencia a Él en un 100%.
El Señor Jesús es quien representa al Ángel del Pacto, mencionado en el versículo anterior, Él dio su sangre y entregó su vida en la cruz para que nosotros no muriéramos. Jesús fue la ofrenda de Dios dada por nosotros, con un único propósito, salvarnos.
Delante de esta entrega es inaudito que muchos piensen que no deben sacrificar, haciendo algún tipo de esfuerzo para buscar al Señor Jesús, abusan del libre albedrío que tienen para hacer todo lo que quieren, aunque ésto incluya lo incorrecto, luego cuando las cosas no salen bien, piden la ayuda de Dios.
¿Será que es justo tratar así a Dios? Claro que no, al contrario, debemos hacer lo mismo que Él hizo, así como Él se entregó, debemos entregarnos, pasando a vivir dignamente como un verdadero cristiano, pues todos lo que hacemos, damos, pensamos o decidimos es una ofrenda para Dios, siendo así, ¿qué tipo de ofrenda es la que usted a dado para el Dios en quien dice creer?