Muy por la mañana los voluntarios se dirigieron a los exteriores del Centro de Privación de Libertad, para brindar apoyo a las personas que se encuentran en los exteriores del mismo, esperando para visitar a sus familiares recluidos ahí adentro.
El pastor Gustavo, indicó a los presentes diciéndoles “Muchos de ustedes ya han estado luchando por su familiar para que él pueda salir, sin embargo, no lo han logrado; en la Palabra de Dios dice que al que cree todo le es posible, no importan las situaciones físicas que le están afligiendo.
Crea que por la fe pronto usted lo va a tener cerca y él o ella será una nueva persona”, concluye.
También realizó una oración a favor de los familiares de las personas que se encuentran privadas de libertad, pedían a Dios que venga a alcanzar la vida de su ser querido.
Y para finalizar fueron invitados a degustar de un refrigerio, preparados por los voluntarios del grupo.
“Al ver la felicidad del rostro de ellos me sentí muy alegre, sé que si ellos colocan en práctica cada enseñanza podrán restaurar su familia y escribir una nueva historia.”, concluye una voluntaria del proyecto.