Nadie es más influenciable que el joven, por eso, el consejo que proviene del propio Dios: “No seguirás a la multitud para hacer el mal…” (Éxodo 23:2)
Dios NUNCA se equivoca en los consejos que nos da. Por eso, sé inteligente y síguelos. No te dejes influenciar para las cosas del mal.