Vestidos, en la mayoría de los caso con harapos; ropa que encuentran botada en la calle o hurgan dentro de las fundas de basura para poder encontrar algo que ponerse, con la piel sucia, cabellos enredados y desaliñados hablan o extienden la mano pidiendo ayuda. Transitan por las calles de Guayaquil en búsqueda de algo que puedan recaudar para poder alimentarse. Muchos de ellos fueron abandonados por sus familiares o parientes. Y por la falta de atención encontraron en las drogas un refugio para no sentir hambre y poder tener fuerzas para seguir con la vida que decidieron vivir.
Escrito está: “¿De qué sirve decir que se tiene fe, si no se tienen obras? ¿Acaso esa fe puede salvar? Si un hermano o una hermana están desnudos, y no tienen el alimento necesario para cada día, y alguno de ustedes les dice: «Vayan tranquilos; abríguense y coman hasta quedar satisfechos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve eso? Lo mismo sucede con la fe: si no tiene obras, está muerta.” (Santiago 2:14-17); Motivado por aquella Palabra la Obra Social de la Universal, sale en búsqueda de las personas que necesitan una ayuda tanto material como espiritual.
A las 12:30 de la mañana, voluntarios de la Obra Social junto al pastor Joao Borges, responsable por el trabajo Social que se realiza en Ecuador, salieron de la Sede Nacional, ubicada al Norte de Guayaquil, para realizar una labor que para muchos seria casi imposible de realizar.
De cuadra en cuadra se acercaban a los rincones en donde encontraban a personas que estaban protegiéndose del frio de la noche a causa de la fuertes lluvia.
Satisfactoriamente los transportaron al parqueadero de la Sede. Donde con carpas improvisadas tomaron un baño, luego les realizaron un corte de cabello, una limpieza facial y finalmente les fueron donadas unas prendas de ropas en buen estado. Una vez que estaban listos comieron un rico almuerzo hecho por los colaboradores y participaron de una reunión que les impartió un mensaje que quedó marcado por el resto de sus vidas y les mostró a más de uno que los vicios tienen cura.