Cuando usted pone en práctica la Palabra de Dios, suceden cosas extraordinarias en su vida.
Mientras Adán y Eva se mantuvieron obedientes a la voz de Dios, disfrutaron de lo mejor en el Jardín del Edén; Sansón, mientras mantuvo su fidelidad al pacto que tenía con Dios desde su nacimiento, pudo vencer a innumerables enemigos con su inexplicable fuerza; Salomón, por medio de un pacto hecho con Dios en su primer día de reinado, recibió la sabiduría y dirección para gobernar al pueblo de Israel. Con estos ejemplos notamos la importancia, de no solamente hacer un pacto con Dios, sino de mantenernos firmes y fieles a ese pacto.
Cuando se tiene un compromiso con Dios, no hay nada que temer. Usted logra alcanzar sus metas y cumplir con sus objetivos. No hay envidia, mala suerte o crisis mundial que le pueda vencer. Su economía florece y aún en medio de la sequía, sus huertos se multiplican.
Pero, ¿cómo hacer este Pacto? Asistiendo este lunes al Congreso para el Progreso, recibiendo la nueva Biblia personalizada para la Nación de Vencedores y siendo fiel al compromiso de no desistir nunca.
Para considerarse capaz de exigir a Dios el cumplimiento de Sus promesas, se debe primero cumplir con su parte mediante la obediencia, la perseverancia y el sacrificio. Si desea recibir gratuitamente el manual que es capaz de cambiar vidas, acérquese este Lunes a la Iglesia Universal más cercana a usted.
“Las bendiciones vinieron a pesar de la crisis”
Mi esposo y yo tenemos un negocio que presta servicios de instalación de alarmas y seguros, pero cuando la cuarentena inició todos los contratos quedaron pausados. Como estábamos en un limbo financiero, pensamos en usar nuestros ahorros para cubrir las necesidades del hogar, pero Dios habló con nosotros y decidimos seguir Su Palabra, no nos preocupamos por la situación y nos mantuvimos fieles y obedientes.
La respuesta no tardó, los contratos empezaron a reactivarse e inclusive aumentaron. Mientras que algunas personas estaban un situación precaria debido a la falta de empleo, nosotros no sólo teníamos para cubrir nuestras necesidades, sino que también podíamos ayudar a nuestros seres queridos.