Descubra cómo es el comportamiento de aquel que se vuelve espíritu vivificante.
Si usted desea recibir el bautismo con el Espíritu Santo, primero es necesario abandonar la naturaleza humana.
Es lo que está en las Escrituras: «Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es». Juan 3:6
En otras palabras, los seres humanos se originan de la relación entre un hombre y una mujer. Sin embargo, para que una persona «nazca» en el mundo espiritual es necesario que reciba el Espíritu de Dios.
“Es decir, nos convertimos en espíritus vivificantes. La persona comienza a vivir en espíritu. Y es por eso que los bautizados con el Espíritu Santo tienen amor por las almas”, explicó el obispo Edir Macedo durante la “Palabra Amiga”.
Cambio de comportamiento
Por lo tanto, mientras la persona no abandone la naturaleza humana, continuará teniendo comportamientos de este mundo. Será, por ejemplo, egoísta, envidiosa, rencorosa, vengativa, mentirosa y traidora. Por lo tanto, lejos del Creador.
“La persona no puede decir que nació así y va a vivir así. Porque de esa manera, ella nunca podrá convertirse en un espíritu vivificante. El objetivo de la fe cristiana es precisamente cambiar esa naturaleza de ‘alma viviente’ a ‘espíritu vivificante’”, agregó el Obispo.
Vale la pena señalar que este cambio de mentalidad sólo ocurrirá cuando la persona se vuelva a Jesucristo. Porque Él se sacrificó en la cruz en nuestro lugar para transformarnos de «alma viviente» a «espíritu vivificante», como señala el apóstol Pablo.
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán (el Señor Jesús), espíritu vivificante.» 1 Corintios 15:45
Prerrequisito para vivir en el Reino de Dios
Por lo tanto, es extremadamente importante que la persona sea bautizada con el Espíritu Santo.
“Sólo cuando una persona se convierte en ‘espíritu vivificante’ es que realmente es de Dios y vive en Su Reino. Debido a que somos «espíritus vivificantes», tenemos el mismo Espíritu que tenía el Señor Jesús. ¿Y qué hizo Él? Sólo pensó en los demás y murió pensando en ellos. Él nunca pensaba en Sí mismo. Incluso en la hora de Su muerte, Él salvó al ladrón que estaba a Su lado. Toda su vida hizo la voluntad del Padre, porque era espiritual. Lo mismo tiene que pasarle a todos los que reciben el Espíritu Santo”, advirtió el Obispo.
¿Recibí el bautismo con el Espíritu Santo?
Entonces, ¿cómo identificar a una persona que tiene el Espíritu dentro de sí? Según el obispo Macedo, esa persona tiene el deseo de ganar almas para el Cielo.
“Si usted dice que Lo recibió, pero no tiene un carácter de amor con las personas, no tiene interés en la Salvación de los demás, entonces usted sigue siendo ‘alma viviente’. Cuando se tiene el Espíritu Santo, toda su vida se centra en Su voluntad”, dijo.
Palabra Amiga
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