Hace muchas décadas, cuando alguien establecía un negocio, pequeño, medio o grande, tenía que invertir en algun tipo de publicidad. Eso iba desde patrocinios, pancartas, carteles, revistas, periódicos de alcance nacional de acuerdo con el tamaño de la empresa, anuncios en radios locales o medios televisivos.
La diferencia de aquella época con la de hoy es una sola, pero grande: la presencia del Internet, en la que no sólo somos consumidores de contenido, sino que también lo generamos. En esto entra el llamado marketing digital: usar el alcance que tiene la red, un determinante para empresas de varios tamaños, a corto o largo alcance geográco y con una ventaja; el costo es menor que el de los medios tradicionales. Gracias al internet, hay una nueva forma de relacionarse con el público, de entender las necesidades, expectativas del mercado y solucionar problemas de los consumidores. El está ahí, listo para ser utilizado por cualquier emprendedor.
Muchos ya ganan dinero con eso. «Mucho dinero», dice Almir Rizzatto, consultor en marketing digital y fundador de la agencia RZT Comunicación, de Sao Paulo.
Para Rizzatto, el uso del internet es esencial: «en esta era cada vez más on-line e interactiva, tener un negocio y no explorar todo lo que el marketing digital proporciona, es medio camino hacia el fracaso. Suena hasta subreal, prehistórico, que una marca todavía esté fuera de las redes sociales y no venda por internet, cuando digo ‘marca’ me refiero a cualquier tipo de empresa, de todos los tamaños, también a los profesionales free».
La realidad es que quien no hace uso de los recursos de la internet para promocionar sus servicios o productos de una forma simple, pero bien hecha quedará atrás, y eso usted, no quiere.
Abrí mi visión y conquisté mi negocio propio
Trabajaba en una tienda de equipos informáticos como vendedora, el salario que ganaba no era suficiente por lo que esporádicamente hacía pasteles y dulces para mis amigos y familiares.
Participando en las reuniones del Congreso para el Progreso, abrí mi visión e invertí en mi negocio de pasteles; empecé haciendo uso de las redes sociales. Mi marido y yo ya participábamos en esos grupos de ventas que se ve tanto en internet y empezamos a promocionar los dulces y pasteles.
Los pedidos fueron aumentando tanto que dejé el trabajo para formar mi micro empresa en casa, ya tenemos cuatro años de actividad. Mi marido y mi madre también dejaron sus ocupaciones anteriores y trabajan exclusivamente en el negocio familiar.
Semanalmente se produce un promedio de 3.000 dulces y 60 kilos de pasteles, producción que casi dobla para las fiestas de fin de año y navidad. El 90% de la producción se vende gracias al marketing digital, principalmente por las redes sociales y aplicaciones como el WhatsApp, por la que recibio los pedidos.
¿Las puertas en su vida económica están cerradas, ya ha intentado de todo y está cansado de vivir en la misería?, participe este lunes del Congreso para el Progreso y pase por las Puertas, porque las Puertas que Dios abre, nadie las puede cerrar. Este lunes a las 7H, 10H, 12H, 15H, 19H en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar.