De primeras su respuesta es sí, claro, usted debe estar diciendo. Pero, ¿será realmente que usted se conoce?
A veces, cuando estoy aconsejando a alguien, tengo ganas de preguntarle justamente eso… pues da la impresión que algunas de ellas, después de equivocarse tanto y tomar pésimas elecciones y decisiones en la vida, quieren traer sus vidas desordenadas para que nosotros la arreglemos… y claro, nosotros podemos aconsejar, pero, ¿de qué va a adelantar enseñarles y orientar tanto si al final del día, ellas estarán tomando de nuevo decisiones erradas en la vida?
Mientras no se conozca bien y sepa porque hace las cosas que hace, la persona va siempre a depender de otras personas para ayudarle y aun así, no va a quedar satisfecha.
Conocerse bien es entenderse.Por ejemplo…
¿Por qué usted tiene tantos celos de sus amigas?
¿Por qué usted tiene tanto miedo de disgustar a otros?
¿Por qué usted no consigue pedir ayuda a nadie?
¿Por qué usted se decepciona con las personas tan fácilmente?
¿Por qué usted es tan tímida?
¿Por qué usted tiene tanta dificultad en perdonar?
¿Por qué usted no consigue sacar adelante las cosas?
¿Por qué usted se anula cuando está cerca de ciertas personas?
¿Por qué usted no consigue contar la verdad?
¿Por qué usted envidia a otros?
Estos son solamente algunos ejemplos… muchas personas se ilusionan pensando que esos comportamientos son normales, que no hay problema en ser así, y es por eso que ellas acumulan problemas, que con el tiempo, van transformando sus vidas en un follón total.
Queridas, aprendan a conocerse y a identificar sus debilidades para posteriormente eliminarlas totalmente de sus vidas.
En la fe.