Fatiga, alteraciones en el sueño, en la memoria y en el humor, además de dolores constantes.
Estos son algunos síntomas de varios síndromes y enfermedades, una de ellas es la fibromialgia. Según la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), 9 de cada 10 personas sufre dolor crónico; sin embargo, muchas veces no se no sabe de qué manera tratar el dolor. Además, no siempre se detecta en las primeras visitas médicas.
La fibromialgia se caracteriza por dolores difusos en los músculos, tendones y ligamentos en diferentes partes del cuerpo. La sensibilidad llega a ser tan grande que muchas de las personas que padecen de esta enfermedad sienten dolores con un apretón de manos o con un abrazo.
Además de eso, un enfermo en la familia aflige a todos los que se preocupan y se compadecen del sufrimiento del ser querido. También hay desgaste con medicamentos y tratamientos a los cuales los pacientes son sometidos.
Reunión de sanidad
Todos los martes, en la Reunión de Sanidad muchas personas recibieron el milagro a través de la fe. ¿Usted también quiere alcanzar la sanidad y la liberación de los problemas que han atormentado su salud y la de sus familiares? Si usted cree que su sufrimiento puede tener un fin, entonces, no falte a esta reunión.
“Usé la fe para revertir la situación”
El señor José Ceballos, se encontraba pasando por un momento difícil al ver que su hija poco a poco perdía la vida y él no sabía que hacer para cambiar esa situación.
“Repentinamente mi hija empezó a sentirse mal y la llevamos al hospital, me indicaron que ella tenía las pulsaciones demasiado aceleradas y por más que intentaban estabilizarla no lograban hacerlo”, comenta el señor José.
La situación se complicaba cuando pasaban las horas porque los médicos no encontraban cual era la enfermedad que su hija tenía y procedieron a entubarla.
“Ella empezó a agravarse y tuvieron que entubarla, me dijeron que ya no había más que hacer”, indica.
Una esperanza surgió cuando él empezó a luchar por la salud de su hija los días martes y de esa manera recibió el milagro que tanto anhelaba.
“Me encontraba muy desesperado y por ello vine a la Iglesia Universal, donde le pedí a Dios por la restauración de la salud de mi hija y el milagro aconteció, ella empezó a evolucionar de una manera sorprendente, recobró la salud y gracias a Dios le dieron de alta, hoy ella se encuentra bien”, finaliza.
Participe en las reuniones que se llevan a cabo todos los martes, especialmente a las 19H,en la Av. de Las Américas 305, al norte de Guayaquil y en todas las Iglesias Universal del país.