Muchas personas prefieren vivir solas que asumir una relación seria y duradera, pero es posible superar todas las dudas y tener un matrimonio estable y feliz. Entienda cómo.
Actualmente, construir una unión estable y duradera está fuera de los planes de muchas personas.
Debido a que hay tanto descrédito con la institución del matrimonio, el número de bodas realizadas en Ecuador ha disminuido considerablemente. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2020, se registraron 38.938 enlaces matrimoniales. Este dato representa un decremento de alrededor del 31,5% con respecto a la cifra registrada el año anterior.
Pero, ¿por qué mucha gente no cree que el matrimonio pueda funcionar? La mayoría de las veces, la respuesta es el miedo.
Según la psicoterapeuta Eliana Barbosa, este miedo a comprometerse con alguien puede tener varias causas. “Miedo a perder la libertad, tener que dar explicaciones de lo que hace. Muchos hombres han crecido escuchando que el matrimonio es una prisión. Tener este tipo de creencias lleva a muchas personas a temer o a huir del matrimonio”, explica.
Es parte de la naturaleza humana querer tener compañía. Sin embargo, el miedo al compromiso, acaba por anular este deseo. La persona siente la necesidad de tener a alguien, pero una cosa le dice: “¿recuerdas lo que pasó anteriormente?”
Debido a esta mezcla de miedo y amor, la persona termina involucrándose con el tipo de persona que la lastimará nuevamente. Entonces, para ser feliz en una relación duradera y perfecta, es necesario que se elimine este temor, como está escrito:
“En el amor no hay miedo; más bien, el amor perfecto echa fuera todo temor” 1 Juan 4: 18
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Tenía miedo de entrar en una relación y fracasar de nuevo
Tenía un grave problema en el área sentimental debido a mi adicción al sexo y la pornografía. No sabía lo que era tener relaciones sanas; no tenía novia, no sabía lo que era amar y ser amado. Con el paso del tiempo, este problema empeoró y no quería involucrarse seriamente con nadie. Pagaba por placer, para no tener compromisos. Pensé que necesitaba casarme para deshacerme de la adicción al sexo mas no para construir una familia. Por lo tanto, fracasé. Lamentablemente fue el mayor error que cometí, pues además de tener mis problemas, incluí en ellos a una persona más. Así viví diez años atormentado, con peleas, agresiones y traiciones. Terminé separándome y cayendo en depresión. Mi interior estaba debilitado, tenía miedo de relacionarme y fracasar de nuevo. Así llegué a la Iglesia Universal, aquí logré liberarme de la adicción al sexo y la pornografía y, al participar de las conferencias de la “Terapia de Amor”, me liberé de los complejos, traumas y dolores del pasado. Conocí un amor que viene de Dios. Mi esposa es mi mejor amiga y mi amor por ella crece cada día más.
•• Moisés Novaes, junto a su esposa.