Mi vida estaba destruida, desde pequeña fui víctima de brujería, tenía una enfermedad que los médicos no detectaban, fui a brujos para ser curada, pero mi situación empeoró, siendo adolescente fui abusada sexualmente, mi padre nos abandonó, adiaba a mi madre, me sentía vacía y sin esperanza, al llegar a la Universal aprendía fui libre de mis males, pero el vació en mi alma seguía, por esto decidí luchar para lograr tener el Espíritu Santo, Hoy en mi hay alegría, paz y tranquilidad.