Una persona no necesita necesariamente 21 días para recibir el Espíritu Santo. ¿Por qué algunos Lo reciben en tan poco tiempo, mientras otros permanecen durante años buscándolo y no Lo reciben?
La verdad es que muchos se enfocan en el motivo equivocado. En vez de preguntarse qué deben hacer para recibir el Espíritu Santo, deberían preguntarse a sí mismos: “¿Qué debo hacer para que el Espíritu Santo me reciba?”.