El proyecto de Dios es hacernos Sus hijos. Él quiere que comamos del pan de Su mesa y no de las migajas de este mundo.
No se trata de algunas bendiciones que surgen a veces, ¡pero sí del derecho de acceso a todo lo que el Padre es y tiene! Lo que Dios tiene es más de lo que pedimos y pensamos. Pero eso sucede según el poder (Espíritu Santo) que opera en nosotros. ¿Usted tiene ese Poder? Si no lo tiene, llegó la hora de tenerlo. ¡No tenga miedo de renunciar a su proyecto, por el de Dios, que es infinitamente mejor y mayor! ¡Su vida y su testimonio, deben mostrar la Grandeza de Dios!
UNA CAPACIDAD SOBRENATURAL
Siempre fui insegura y dependiente de la aprobación de los demás; nunca tomé decisiones por mí cuenta. Un día me invitaron al Congreso en el cual tuve una experiencia transformadora, era como si Dios tomara mi mano y me dijera que necesitaba apenas de Él, fue más que felicidad.
OPORTUNIDAD IDEAL
En una Hoguera Santa decidí subir al Altar por mi vida económica y profesional. Nunca tuve ganas de tener un negocio, pero mi visión cambió y nació en mí el deseo de glorificar a Dios.
EL NEGOCIO
Me llegó un mensaje de una tienda en alquiler, estaba en ruinas, pero decidí que sería mía. Un día después de firmar el contrato empezó la cuarentena (pandemia). Sin embargo, en ese año difícil logré remodelar la pastelería.
EL ÉXITO
En este local desempeño mi trabajo con rigor, calidad y profesionalismo. Estudié y Dios me ayudó a llevar el proyecto a otro nivel a través del marketing y del branding. Es Él quien me guía y capacita en todas las áreas de mi vida. Descubrí que, sin el Espíritu Santo es difícil que los sueños se vuelvan realidad.