«En casa enfrentábamos dificultades económicas, mi mamá estaba enferma y la relación entre ella, mi hermana y yo no era buena. Además, viví la separación de mis padres, lo que me llevó a la depresión; me aislaba y tenía pensamientos de querer morir.
Empezamos a participar en las reuniones de la Universal cuando tenía 12 años. Al escuchar y obedecer la Palabra de Dios con perseverancia, nuestra vida comenzó a cambiar: mi mamá fue sanada y ambas superamos la depresión.
Después, comenzamos a participar en las reuniones de Prosperidad con Dios para luchar por nuestra economía. Ahí comprendimos que el dinero no rendía porque no teníamos un pacto de fidelidad con Él ni lo poníamos en primer lugar.
Decidimos hacer esta alianza y, con el tiempo, cada una salió adelante. Mi mamá no se dejó vencer por la separación: creció económicamente, salió de las deudas y logró adquirir otra casa y un auto.
En mi caso, aprendí con Dios que, en el ámbito profesional, es clave ser amable, recta y cumplida. Hoy, con mi licenciatura en psicología, poner en práctica esto bendice mi trabajo y mi negocio de ropa en línea.
Ahora, mi mamá, mi hermana y yo vivimos unidas. Mientras permanezcamos con Dios, Él nos seguirá guiando en todo lo que necesitemos hacer y alcanzar.» -Diana Rodríguez
Alianza con Dios
Si deseas darle un nuevo sentido a tu carrera, la mejor opción es hacer una alianza con el Señor. Para ello, te invitamos a participar todos los lunes con todas tus fuerzas en la reunión de Prosperidad con Dios, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, Av. America #305 Norte de Guayaquil. O bien, acude a la Iglesia Universal más cercana.