La compra compulsiva es la necesidad irresistible por adquirir de forma masiva objetos innecesarios o prescindibles. Este hábito se acompaña de sentimientos como la ansiedad, estrés e irritabilidad, y tiene consecuencias como el endeudamiento.
Mientras realiza las compras, la persona siente una sensación de alivio, pero cuando pasa esa emoción, viene la culpabilidad y el arrepentimiento. No obstante, el impulso por comprar regresa [como ocurre con algunas sustancias] pese a que las consecuencias negativas no son solo económicas, también pueden ser en el matrimonio o con las personas cercanas.
De acuerdo con Psicopedia, es muy difícil identificar el problema cuando comienza, ya que actualmente la sociedad promueve una cultura de consumo. En la que solo las personas que poseen bienes materiales tienen un «estatus» y son «aceptadas» por los demás.
Por lo tanto, al inicio la adicción pasa desapercibida para el que la padece y para quienes lo rodean. De hecho, los especialistas señalan que se trata de una vía de escape a los problemas. Comprar aleja a la persona de sus preocupaciones, las evade. Pero detrás de este comportamiento se encuentra un problema mayor, como la depresión o problemas emocionales.
Algunas características del comprador compulsivo son:
- Tienen ideas intensas de comprar
- Está feliz e inmediatamente quiere ir a comprar
- Está triste y nace el deseo de comprar
- Se siente aliviado cuando ha adquirido algo nuevo
- Compra cosas que no necesita o algo que ya ha comprado
- Compró algo, pero lo guardó sin usarlo
- Se siente culpable una vez que compró
¿No logras controlar el impulso?
Una adicción no implica forzosamente el consumo de sustancias. También pueden ser actitudes y comportamientos. Si este es tu caso y te gustaría salir de esa situación, te invitamos a probar una alternativa diferente: la fe.
A través de ella, muchas personas han logrado cambiar su vida y tú también puedes hacerlo.
Todos los domingos a las 3 p. m. se lleva a cabo la reunión de Los Vicios tienen Cura, una reunión con el objetivo de ayudar a quienes están sufriendo por cualquier tipo de adicciones.
Visita el Templo de los Milagros: Avenida Revolución núm. 253, colonia Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo o la Iglesia Universal más cercana.