Medita en este mensaje
¿Sabías que nuestra alma siente sed de Dios, así como nuestro cuerpo siente sed? Hay personas que pasan su vida entera sintiendo un vacío interior, la sensación de que algo les está faltando. A veces, la persona hasta tiene bienes materiales, una familia o algo que la hace sentir bien, pero, aun así, algo la hace sentir incómoda en su interior.
Esta es la sed que la persona tiene de Dios. Y esa sed solo será saciada cuando ella tenga un verdadero encuentro con Él.
El problema genera
Es como está escrito en la Biblia: «Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?» (Salmos 42:1-2).
Tal vez nunca te detuviste para pensar que, así como el cuerpo necesita agua, tu alma necesita a Dios. Necesitas observar algunos síntomas de que tu alma está sedienta. Por ejemplo: el vacío del alma es uno de ellos. ¿Qué es el vacío? Es aquella sensación de un hoyo en el pecho. Un hueco en su interior, en el centro de tu vida. Es así por más que estés satisfecho físicamente, materialmente lleno, no tienes hambre, no estás enfermo. Estás, tal vez, hasta en una fiesta. Estás disfrutando de un viaje, de un auto nuevo. Pero, dentro de ti hay algo que te está haciendo falta. Ese vacío es un síntoma de la deshidratación de tu alma.
Conclusión
«Dios es el único que puede darle el agua de la vida. Es como el Señor Jesús dijo a la mujer samaritana: cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Solamente el Señor Jesús, solamente el Espíritu de Dios puede saciar la sed de su alma. Mientras usted insista en vivir sin Él, vivir ignorante, ajeno, indiferente a Él, eso será tan insensato como querer vivir sin agua. Terminaría muriendo. Entonces, si usted tiene estos síntomas, si percibe que su alma está cansada, eso no es falta de religión ni falta de fe.
Comprenda: no estoy diciendo que necesita una religión o que necesite fe (porque fe usted ya tiene y, tal vez, la haya usado en las cosas equivocadas, en los lugares equivocados, tal vez ha usado la fe en el dinero, en las personas, en los negocios, en la ciencia, en este mundo…), usted tiene fe. Si dirige su fe hacia Dios y quiere conocerlo de verdad, entonces será saciado», explicó el obispo Renato Cardoso.